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¡Pero qué calor! ¿Es posible sudar dentro del agua?

La sudoración, también llamada transpiración, es un proceso fisiológico que utiliza nuestro organismo para regular la temperatura corporal. Esto explica por qué sudamos más en verano que en invierno o cuando realizamos algún tipo de deporte de alta intensidad. Lo hacemos, simplemente, porque el exceso de calor se contrarresta evaporando agua por las glándulas sudoríparas.

A pesar de que sudamos por toda la superficie corporal, las glándulas por donde secretamos la mayor cantidad se encuentran localizadas en zonas determinadas de nuestra anatomía, especialmente en las axilas y en la región genital. Se calcula que las axilas pueden llegar a producir hasta 700 ml de sudor a la hora.

Así mismo, se estima que un adulto sano puede llegar a producir en torno a medio litro de sudor por hora, una cifra que en situaciones de esfuerzo intenso o deporte se puede elevar hasta los tres o cuatro litros. El líquido transpirado, al entrar en contacto con el aire, se evapora y lleva consigo una pequeña parte de energía en forma de vapor.

En el agua el sudor resbala y no se evapora

Vayamos ahora al medio acuático. Son varios los factores que pueden influir en la transpiración en una piscina o en el mar: la temperatura del agua, la temperatura ambiental, el metabolismo corporal y el ejercicio que estemos realizando.

Si el agua está fría, la función refrigerante del sudor carece de sentido, ya que sería necesario sudar muy poco para enfriarnos. Si, por el contrario, la temperatura del agua es templada o caliente sería necesario sudar mucho para poder regularla.

Ahora bien, en las piscinas o en el mar el sudor no se evapora, sino que se desprende de la piel, resbala y termina en el agua. Quizás por eso no seamos tan conscientes de que sudamos dentro del agua. Pero, claro está, todo depende del ejercicio que realicemos y de nuestro metabolismo.

Esto lo saben muy bien los nadadores profesionales, tras una tanda de entrenamiento salen con la piel enrojecida y con sensación de calor debajo del gorro de silicona. Es más, se ha comprobado que tienen una tasa de recambio de agua un 33% más rápida que una persona que está en remojo, es decir, que no nada.

Sudgar no adelgaza

La ciencia avala que, por término medio, en una carrera prolongada podemos sudar 1.1 litros, en una sesión de ciclismo 1.5 litros y nadando en torno al medio litro. Esta última cifra depende de varios factores, desde la resistencia al agua hasta la fuerza del braceo, pasando por la velocidad y la musculatura.

Seguramente que más de uno estará pensando que con el spinning o el zumba también se suda mucho, sin duda alguna, ya que la práctica de estos deportes de alta intensidad se llevan a cabo, por lo general, en lugares cerrados y con más gente, con lo que la temperatura ambiental aumenta.

Y, por cierto, a pesar de que muchos piensan que transpirar adelgaza, no es verdad, simplemente si sudamos más al hacer ejercicio lo que se está traduciendo es que nuestro cuerpo está luchando con mayor intensidad para regular la temperatura corporal. Y es que sudar más no nos aporta beneficios adicionales.

Para finalizar, y volviendo a la pregunta con la que abríamos este artículo, es posible sudar en el agua, pero todo dependerá de la temperatura de la misma, del ejercicio que realicemos y, por supuesto, de nuestro metabolismo.

La sección ‘Ciencia cotidiana’ explica la ciencia detrás de los fenómenos que vivimos en nuestro día a día.

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