El animal más pesado de la historia: así era una ballena de 340 toneladas que vivió hace 38 millones de años
Un fósil hallado en la costa de Perú acaba de desvelar la existencia del que podría ser el animal más grande jamás existido en la Tierra (al menos, según lo descubierto hasta ahora). Según argumenta un equipo internacional de paleontólogos en un artículo publicado esta semana en la revista ‘Nature’, los restos corresponden a una especie ballena gigante que surcó los mares hace unos 38 millones de años, midió más de 20 metros y que podría haber pesado entre 80 y 340 toneladas. El animal, bautizado como ‘Perucetus colossus’, podría haber sido casi el doble de pesado que las actuales ballenas azules, consideradas actualmente el animal vivo más pesado del mundo.
Los primeros restos de este animal prehistórico fueron desempolvados a principios de 2012. Pero no ha sido hasta ahora que, tras exhaustivos análisis, se ha logrado reconstruir su historia en todo su esplendor. En total se han recuperado 13 vértebras, cuatro costillas y un fragmento de pelvis del animal. Los expertos creen que este ejemplar concreto podría haber pesado alrededor de 180 toneladas aunque es probable que su especie pudiera rondar entre las 85 y las 340 toneladas en total. Y aunque es difícil determinar a ciencia cierta si fue o no fue el animal más pesado de la historia, los expertos apuntan a que podría, al menos, ser un digno candidato a romper este récord.
Zonas costeras
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Los paleontólogos que han liderado su estudio creen que esta gigantesca ballena vivió en áreas costeras poco profundas de la costa peruana y, a diferencia de sus congéneres contemporáneas, no solía sumergirse en zonas abismales. Esta peculiaridad sorprende aún más ya que durante el Eoceno, cuando vivió este animal, la mayoría de los recursos alimenticios se encontraban en zonas abismales. Así que probablemente este gigante no podía disfrutar del botín de las profundidades y tenía que conformarse con pastos marinos, moluscos y otros animales marinos que pululaban por la costa.
Otro dato interesante sobre este animal tiene que ver con sus huesos. Según explican los expertos de la Universidad Cayetano Heredia en Lima y la Universidad Nacional Mayor de San Marco, gran parte de los restos fósiles hallados de este animal eran tan grandes y densos que casi parecían hinchados. En este sentido, es probable que la estructura ósea de este animal se pareciera a la de los actuales manatís. Y parece que fueron justamente estos huesos pesados los que ayudaron a la ballena a mantenerse pegada al fondo marino durante sus vaivenes por el océano.
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